Comenzando con una meta Por: Arleen Nieves Vázquez Saludos a toditas. Felicidades en ésta hermosa época. Hoy quiero sacar un espacio para repasar un poco la importancia de tener visión. Una persona visionaria anticipa una meta que quiere lograr e incluso la disfruta como realizada antes de ocurrir. Hay ocasiones en que esa meta puede ser sencilla y fácil de alcanzar. Un ejemplo de ello es cuando al mirarnos en el espejo deseamos un cambio de color de cabello. Basta con exponerse al tinte y en cuestión de minutos se logra el cambio deseado. Sin embargo otras metas requieren tiempo y dedicación. Son planes que no se pueden lograr de un día para otro. Sino que pueden incluso tomarnos un largo camino. Camino que en ocasiones se vuelve tortuoso, difícil e incluso inalcanzable. Bajar de peso, escribir un libro, obtener un grado académico son ejemplos de metas que sólo se pueden alcanzar a largo plazo. La clave para lograr mantener el entusiasmo está en realizar una buena planificación como base y reconocer el tiempo y esfuerzo que requiere lograr esa meta. No hay porqué exigirse más de lo necesario. Con esto, lo que trato de decir que es mejor un paso lento y seguro a un paso rápido pero sin posibilidades. Establece metas reales, divídelas en pequeñas etapas y manten la consistencia. No te detengas y si por alguna razón fue necesario un receso, retoma la meta tan pronto sea posible y no te des por vencida. Recuerda que una mujer visionaria no se detiena al contrario se reinventa. Bendiciones.
