top of page
  • By: Arleen Nieves

Una taza de café caliente


Hoy pude sentarme junto a ti y charlar por algunas horas. Te hablé de algunas de mis metas y de cosas que no sabías de mí, aún cuando compartimos tanto.

Una taza de café caliente, fue suficiente para descansar y junto a ti disfrutar de un tiempo a solas. Y fue más valioso ese instante, que muchas otras cosas en la vida. Incluso aquel sobre que me llegó hoy al buzón.

La vida nos ofrece tanto y a veces no nos damos ni cuenta con el ajetreo diario.

Algo que hoy solucionamos con una taza de café caliente.

Fue en esa charla que re-descrubrí que eres mi mejor espectador.

A quien puedo hablarle sin tapujos, sin miedo a equivocarme.

Una taza de café caliente, la misma que nos tomamos todas las mañanas.

Pero la de hoy fue diferente porque mirabas a mis ojos mientras la tomabas.

Después volvimos a la rutina, los niños, el tráfico, la vida.

Pero una taza de café caliente, como la de hoy...ninguna.

Solo espero volver a verte, y tenerte algún día, sin prisa, sin presiones

para tomarnos otra taza de café caliente...tan rica como la de hoy.

-Arleen

4 visualizaciones0 comentarios

Entradas Recientes

Ver todo

Sabes, solo vivimos una vez. Por lo tanto, debemos vivir al máximo y recordar todo aquello que nos nutre y nos hace felices. Entonces, pregunto: ¿Cuál ha sido la mejor historia de tu vida? En mi caso,

Es una pregunta que más allá de un ejercicio protocolar, es algo que muy pocos nos preguntan con total sinceridad. Peor aún lo contestamos sin hacer una verdadera introspección y nos limitamos a decir

bottom of page